Visita “La Perla”
En el marco del proyecto: “A 40 años del retorno a la democracia. Jóvenes, derechos humanos y participación ciudadana. Encontrándonos en el hoy para develar el ayer y construir el mañana” compartimos algunas postales de nuestra visita al espacio de memoria y promoción de DDHH “La Perla”.
En el día de ayer, hemos vivenciado con mucha emoción un pequeño tiempo de nuestra vida educativa que se detuvo en una infinidad de escenas. En ellas, la memoria fue habitada por nuevas generaciones con preguntas que movilizaron, reflexiones que anudaron, miradas que revelaron.
Quizás esta experiencia sea una inquietante forma de construir y habitar la memoria, maneras de seguir dibujando este camino del » nunca más». Como dice el poeta “caminante no hay camino se hace camino al andar”, al andar por los senderos sinuosos de nuestra historia que nos interpela en un presente quizás opaco pero que, por momentos parece aclarar al observar a jóvenes en su potencia infinita. Recorrimos este espacio de memoria con estudiantes haciendo música, dibujando, fotografiando, dialogando, contemplando, activando.
Gracias sexto sociales por reivindicar el valor de la pregunta, la dimensión de la palabra, la trascendencia del abrazo entre las emociones y el pensamiento que se encuentran en reflexiones y silencios.
Queda en cada ser lo vivido, pero es necesario resaltar una pequeña anécdota. Ayer compartimos el recorrido con una pareja que vive fuera del país, más precisamente en Barcelona, se acercaron para valorar la participación activa de estudiantes de nuestro cole. Entre diversos adjetivos destacaron el compromiso de nuestros estudiantes de sociales, al mismo tiempo resaltaron la trascendencia de esta pedagogía de la memoria desarrollada desde el Estado y desde las instituciones educativas. También plantearon que, en España, no tienen el trabajo y el recorrido que acá se realiza en políticas de Derechos Humanos, expresaron que quizás por todo este trabajo de años se mantiene vivo el legado de “Memoria, verdad y Justica”, destacaron que ellos no han podido construir este diálogo intergeneracional en relación a las huellas que dejo el Franquismo en su historia.
Consideramos muy importante compartir esta observación externa que nos posibilita tener otra dimensión de lo que se viene realizando colectivamente, desde nuestra orientación, desde la escuela, desde los organismos y agrupaciones de derechos humanos, desde el Estado con sus políticas públicas.
Para finalizar, es fundamental reconocer la predisposición y el compromiso de estudiantes y especialmente, el rol de delegados/as (Francisco y Martina 6°C, Agustín y Facundo 6°E) de curso que colaboraron activamente para la logística de la salida.
Gracias por el acompañamiento a Victoria, María, Karina y Edgar.
Les enviaré algunas imágenes y registros (muchas de ellas son fotos de Edgar y algunas mías) de nuestro paso por el espacio, también les comparto un momento muy conmovedor en el que la memoria fue habitada por la música de Martina y Máximo (registrado por Karina).
Gracias y a seguir trabajando con esta potencialidad enorme que tenemos en la orientación basada en la gran diversidad de miradas y aportes que se hacen cotidianamente desde diferentes espacios curriculares.
Un saludo cordial, Prof. Cristian Gielis
«La dictadura y los libros»
Exposición de libros prohibidos
Tenemos que pensar la historia como un enredo,
El derecho a la información, acceso y expresión es parte de los Derechos Humanos y por eso se considera imprescindible abordar este tema desde la misión y responsabilidad que tenemos como comunidad educativa, docentes, no docentes, bibliotecarias y estudiantes.
Consideramos pertinente investigar del pasado reciente, aquellos hechos de censura que involucraron a personas e instituciones relacionadas con el ámbito del libro y la lectura, desde la perspectiva de la bibliotecología, fomentando la construcción de una memoria colectiva que permita el conocimiento del pasado, para analizar cómo influyen en nuestro presente y qué actitudes debemos tomar en el futuro.
Dado que ninguna persona lee lo mismo que otra, la carga de subjetividad y de conocimientos previos configuran un entendimiento diferente de lo leído para cada ser humano. Para muchos grupos de poder, ya sea políticos o religiosos, la libertad de lectura puede resultar peligrosa, incómoda y hasta inconveniente. Es aquí donde entra en juego el poder de la subjetividad de cada lector, porque la lectura genera una nueva conciencia, una capacidad de construcción de discurso crítico, un nuevo entendimiento de la realidad que nos rodea y de las posibilidades de modificarla, más allá de la autoridad y del poder dominante. El poner en duda ideas que están socialmente establecidas, a partir de la coerción de un gobierno o Estado, supone subvertir el orden. (Molina, 2022 pág: 1;2)
¿QUÉ ES UNA BIBLIOTECA?
La UNESCO ha definido a la biblioteca como “fuerza viva de educación, cultura e información” de central importancia en la “consolidación de la democracia”.
La BIBLIOTECA como espacio dinámico, como escenario en el cual se materializan las tensiones inherentes a los procesos históricos, políticos, sociales y culturales de un período y lugar determinado.
El escritor Alberto Manguel señala que:
“leer es un acto de rebeldía” y “esa rebeldía o desobediencia significa una amenaza para todo poder hegemónico”.
¿LOS LIBROS, GENERADORES DE REBELDÍA?
Un libro abre las puertas al mundo del conocimiento e información, lo que permite adquirir un pensamiento autónomo y crítico.
Un libro propicia la imaginación, la creatividad, la libertad.
La lectura, a lo largo de la historia ha sido uno de los vehículos de la democracia y ha contribuido a desarrollar la libertad de expresión, la cultura y la información.
¡Muchos libros fueron la clave del desarrollo de algunos acontecimientos históricos del mundo! Hay que utilizar el poder de la lectura para transformar la sociedad.
Por todo esto, algunos regímenes autoritarios del mundo, los consideran como usina de rebeldías. Por eso el ataque directo hacia ellos y los espacios que los contenían, las bibliotecas y hacia todos los que se relacionaban con su creación, edición, publicación, difusión. De allí que han sido combatidos, por las más variadas corrientes ideológicas, a través de diversos instrumentos y mecanismos de control: licencias de impresión, censura previa, revisores de bibliotecas, censores profesionales, índices de libros prohibidos, expurgo de obras para modificar su contenido, permisos de lecturas, decretos y prohibiciones, quemas públicas de libros, y un largo “etc.”
¿QUÉ ES LA CENSURA?
Acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir. La censura consiste en prohibir o suprimir objetos o hechos, ocultarlos, esconderlos, a veces eliminarlos.
La censura operó en la Argentina sobre cualquier material, bibliografía, documentos que de algún modo marcaran una diferencia con el orden establecido, se buscaba mantener el statu quo, según los criterios arraigados en determinados grupos dominantes, sean estos económicos, religiosos o políticos, en el caso de la dictadura, grupos militares.
¿POR QUÉ ERAN BLANCO DE PERSECUSIÓN Y CENSURA LAS BIBLIOTECAS?
Estos espacios habilitan el acceso a la información, a la cultura y a la educación, se presentan como “centros de poder”, articuladores de discurso, como un espacio simbólico en el que se despliega la lucha por la construcción de la realidad. Constituyen un lugar privilegiado para abordar los procesos políticos, sociales y culturales dentro de la sociedad en las que se desarrollan y propiciar que la población acceda libremente a ello.
¿CÓMO OPERÓ LA DICTADURA MILITAR DEL AÑO 76 PARA REPRIMIR Y CENSURAR A LAS BIBLIOTECAS Y SU CONTENIDO INTELECTUAL/CULTURAL?
La dictadura cívico-militar-eclesiástica argentina ideó un complejo mecanismo de censura donde sus engranajes funcionaron para reprimir cualquier manifestación disidente al régimen. Para ello diagramó un mecanismo de censura cultural que conjugaba la intervención de numerosos organismos oficiales, llamados “operativos de control’’.
Se persiguieron a los editores y a sus editoriales e imprentas como generadoras de productos culturales; se controlaron las bibliotecas y a los bibliotecarios; a las universidades; a los directores, docentes, auxiliares y preceptores se les impartió el miedo, como a la mayoría de la población, a los colegios públicos y privados se les impuso un plan de estudio que debían cumplir a rajatablas. Fueron blanco de controles, amenazas, censuras, atentados y hasta de desapariciones de sus trabajadores.
Todo esto no hubiera sido posible sin la activa contribución de miembros de la sociedad civil que también prestaron servicio activo al régimen.
A continuación, compartimos imágenes de la exposición de los “libros prohibidos”.
«La dictadura y los libros»
Exposición de libros prohibidos
Tenemos que pensar la historia como un enredo,
El derecho a la información, acceso y expresión es parte de los Derechos Humanos y por eso se considera imprescindible abordar este tema desde la misión y responsabilidad que tenemos como comunidad educativa, docentes, no docentes, bibliotecarias y estudiantes.
Consideramos pertinente investigar del pasado reciente, aquellos hechos de censura que involucraron a personas e instituciones relacionadas con el ámbito del libro y la lectura, desde la perspectiva de la bibliotecología, fomentando la construcción de una memoria colectiva que permita el conocimiento del pasado, para analizar cómo influyen en nuestro presente y qué actitudes debemos tomar en el futuro.
Dado que ninguna persona lee lo mismo que otra, la carga de subjetividad y de conocimientos previos configuran un entendimiento diferente de lo leído para cada ser humano. Para muchos grupos de poder, ya sea políticos o religiosos, la libertad de lectura puede resultar peligrosa, incómoda y hasta inconveniente. Es aquí donde entra en juego el poder de la subjetividad de cada lector, porque la lectura genera una nueva conciencia, una capacidad de construcción de discurso crítico, un nuevo entendimiento de la realidad que nos rodea y de las posibilidades de modificarla, más allá de la autoridad y del poder dominante. El poner en duda ideas que están socialmente establecidas, a partir de la coerción de un gobierno o Estado, supone subvertir el orden. (Molina, 2022 pág: 1;2)
¿QUÉ ES UNA BIBLIOTECA?
La UNESCO ha definido a la biblioteca como “fuerza viva de educación, cultura e información” de central importancia en la “consolidación de la democracia”.
La BIBLIOTECA como espacio dinámico, como escenario en el cual se materializan las tensiones inherentes a los procesos históricos, políticos, sociales y culturales de un período y lugar determinado.
El escritor Alberto Manguel señala que:
“leer es un acto de rebeldía” y “esa rebeldía o desobediencia significa una amenaza para todo poder hegemónico”.
¿LOS LIBROS, GENERADORES DE REBELDÍA?
Un libro abre las puertas al mundo del conocimiento e información, lo que permite adquirir un pensamiento autónomo y crítico.
Un libro propicia la imaginación, la creatividad, la libertad.
La lectura, a lo largo de la historia ha sido uno de los vehículos de la democracia y ha contribuido a desarrollar la libertad de expresión, la cultura y la información.
¡Muchos libros fueron la clave del desarrollo de algunos acontecimientos históricos del mundo! Hay que utilizar el poder de la lectura para transformar la sociedad.
Por todo esto, algunos regímenes autoritarios del mundo, los consideran como usina de rebeldías. Por eso el ataque directo hacia ellos y los espacios que los contenían, las bibliotecas y hacia todos los que se relacionaban con su creación, edición, publicación, difusión. De allí que han sido combatidos, por las más variadas corrientes ideológicas, a través de diversos instrumentos y mecanismos de control: licencias de impresión, censura previa, revisores de bibliotecas, censores profesionales, índices de libros prohibidos, expurgo de obras para modificar su contenido, permisos de lecturas, decretos y prohibiciones, quemas públicas de libros, y un largo “etc.”
¿QUÉ ES LA CENSURA?
Acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir. La censura consiste en prohibir o suprimir objetos o hechos, ocultarlos, esconderlos, a veces eliminarlos.
La censura operó en la Argentina sobre cualquier material, bibliografía, documentos que de algún modo marcaran una diferencia con el orden establecido, se buscaba mantener el statu quo, según los criterios arraigados en determinados grupos dominantes, sean estos económicos, religiosos o políticos, en el caso de la dictadura, grupos militares.
¿POR QUÉ ERAN BLANCO DE PERSECUSIÓN Y CENSURA LAS BIBLIOTECAS?
Estos espacios habilitan el acceso a la información, a la cultura y a la educación, se presentan como “centros de poder”, articuladores de discurso, como un espacio simbólico en el que se despliega la lucha por la construcción de la realidad. Constituyen un lugar privilegiado para abordar los procesos políticos, sociales y culturales dentro de la sociedad en las que se desarrollan y propiciar que la población acceda libremente a ello.
¿CÓMO OPERÓ LA DICTADURA MILITAR DEL AÑO 76 PARA REPRIMIR Y CENSURAR A LAS BIBLIOTECAS Y SU CONTENIDO INTELECTUAL/CULTURAL?
La dictadura cívico-militar-eclesiástica argentina ideó un complejo mecanismo de censura donde sus engranajes funcionaron para reprimir cualquier manifestación disidente al régimen. Para ello diagramó un mecanismo de censura cultural que conjugaba la intervención de numerosos organismos oficiales, llamados “operativos de control’’.
Se persiguieron a los editores y a sus editoriales e imprentas como generadoras de productos culturales; se controlaron las bibliotecas y a los bibliotecarios; a las universidades; a los directores, docentes, auxiliares y preceptores se les impartió el miedo, como a la mayoría de la población, a los colegios públicos y privados se les impuso un plan de estudio que debían cumplir a rajatablas. Fueron blanco de controles, amenazas, censuras, atentados y hasta de desapariciones de sus trabajadores.
Todo esto no hubiera sido posible sin la activa contribución de miembros de la sociedad civil que también prestaron servicio activo al régimen.
A continuación, compartimos imágenes de la exposición de los “libros prohibidos”.
Presentación del libro H.I.J.O.S.
El pasado 8 de noviembre se llevó a cabo dentro del espacio de Biblioteca, la presentación del libro: “H.I.J.O.S.” cuya autora Paula Puttini nacida en la ciudad de Córdoba.
Es docente e historiadora, egresada del profesorado y la licenciatura de Historia de la UNC. Cursa el Doctorado en Historia. Publicó varias materiales didácticos y académicos de manera colectiva, entre ellos se destacan:
Itinerarios, recorridos por la historia de Córdoba y Palimpsesto. Militancias, Dictaduras y Derechos Humanos.
El libro reconstruye los inicios de la organización H.I.J.O.S. en Córdoba. Su recorrido comienza con la experiencia del Taller Julio Cortázar en los años 80. Luego, trabaja sobre la conformación de la agrupación, las primeras acciones en el espacio público y las continuidades, rupturas y mutaciones en las demandas y formas de protesta en relación a la historia del Movimiento de Derechos Humanos. En el último tramo, se sitúa hacia el final del milenio, para analizar los primeros escraches y la formación de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos.
A su vez, el libro resulta un homenaje para aquellas personas que se embanderaron desde hace más de cuarenta años en las consignas de memoria, verdad y justicia. A quienes sostuvieron la lucha cuando nadie la sostenía. La organización H.I.J.O.S. fue protagonista de esta época. Pedían y reclamaban justicia cuando era sólo una utopía. Y sostuvieron las banderas de los Derechos Humanos de manera previa, durante y posterior a cuando estas causas se convirtieron en política de Estado.
El libro recorre distintos rincones de Córdoba, escuelas y barrios. Para la autora, María Paula Puttini, es importante hablar con estudiantes y adolescentes sobre lo que implica la publicación de un libro de estas características. ¿Cómo es el proceso de escritura? ¿Cuán viable o no es? ¿Resulta accesible a nuestra realidad? También destaca el trabajo como un proyecto de divulgación sobre la historia de Córdoba en redes, llamado Historias con tonada. (Molina, 2022 pág: 7)
Esta presentación presencial, destinada y organizada por estudiantes de 5to año D, Orientación en Economía y Gestión, junto a su docente Romina Molina se enmarca dentro del camino que como institución iniciamos en relación al ejercicio de la memoria y al reconocimiento de nuestra historia reciente. Si el camino que deseamos tejer y cartografiar es desde los marcos propios de la democracia, la lucha por los derechos humanos, queremos ejercer -y que los y las estudiantes de nuestra escuela ejerzan- el derecho a la identidad, a la historia y a la memoria.
“Somos lo que nos pasó.” (Molina, 2022 pág: 7)
La Noche de los Lápices
El 16 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario de “LA NOCHE DE LOS LÁPICES” fecha en la que se conmemora el “Día de los Derechos del Estudiante Secundario”.
Aquella fecha, pero del año 1976 y días posteriores, un grupo de jóvenes militantes fueron secuestrados en la ciudad de La Plata por integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército dirigida por el General Ramón Camps).
Estos jóvenes participaban de la militancia política en la Unión de Estudiantes Secundarios, una agrupación estudiantil encuadrada dentro del peronismo de izquierda, y en la juventud Guevarista, rama juvenil del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
La Noche de los Lápices fue uno de los sucesos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años. Llegaron a 250 los desaparecidos entre 13 y 18 años, la mayoría estudiantes de escuelas secundarias.
Entre la medianoche y las cinco de la mañana del día 16 de septiembre de 1976, diez estudiantes fueron secuestrados de sus domicilios después de participar de una marcha por el boleto estudiantil.
Todos ellos fueron trasladados del Pozo de Banfield (Centro Clandestino de Detención que funcionó entre noviembre de 1974 y octubre de1978), donde fueron torturados salvajemente. Sobrevivieron Pablo Díaz, Emilce Moler, Patricia Miranda y Gustavo Calotti.
Desde nuestro colegio, tenemos como uno de los ejes fundamentales del Proyecto Educativo Institucional, abordar los Derechos Humanos como prioritario dentro la formación de nuestras/nuestros jóvenes. Conocer y reconocer nuestra historia reciente haciendo un ejercicio permanente de memoria, es sin lugar a dudas, una responsabilidad que cada uno/a de nosotros/as tenemos como parte integrante y constitutiva de nuestra sociedad y como Institución Educativa en particular. Situar el contexto que propició y dio lugar a episodios nefastos que atentaron contra la vida y la dignidad de hombres y mujeres, de todas las edades, profesiones, raza, religión entre otros, es lo que nos permitirá encontrar herramientas necesarias para saber claramente que “nunca más” debemos permitir que sean vulnerados nuestros derechos, haciendo prevalecer un estado democrático que garantice el ejercicio de nuestra constitución y todas las garantías que a través de ella, gozamos como personas.
Entre todos y todas, podemos y debemos construir una nación donde podamos ejercer nuestra libertad, sin miedos y gozando de un estado que garantice nuestra integridad física, moral y psicológica.
«Haciendo memoria» Acto homenaje a Miguel Ángel Morán a 47 años de su detención/desapariciónEl 14 de octubre pasado se llevó adelante una jornada muy especial para nuestro cole y para cada uno/a de nosotros/as.
Una jornada que nos invitó a hacer un ejercicio de sensibilidad y memoria, conociendo y reconociendo nuestra historia, nuestro pasado como sociedad y como institución educativa en particular.
Ese día, cumple un nuevo aniversario de la desaparición de un adolescente, estudiante de nuestra escuela, en la última dictadura militar/eclesiástica argentina. Un hecho nefasto que durante años estuvo invisibilizado en la institución, sin hacer lugar a que se conozca su historia como parte, además, de una historia trágica de nuestra escuela.
Es por ello, que nuestro compromiso como gestión, es hacer lugar, dar a conocer y compartir la vida e historia de Miguel Ángel para que, a partir de reconocerla, podamos iniciar un camino de verdad y memoria, y que sea parte de nuestra identidad institucional el ejercicio constante de conocimiento, respeto y preservación de los derechos humanos en todos sus aspectos.
Desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos, buscamos habilitar un espacio en el que confluyan y se aborden todas las temáticas que como sociedad estamos atravesados/as y poder construir una escuela verdaderamente democrática, respetuosa y con memoria.
Contamos con el compromiso de todos y todas de construir una nueva escuela a partir de conocernos y conocer nuestra historia como parte constitutiva de lo que hemos sido, pero fundamentalmente de todo lo bueno que podremos ser, por nosotros/as, por nuestros/as estudiantes y por una sociedad mejor, de la que somos parte.
Miguel Ángel Morán
Miguel Ángel nació en la Ciudad de Córdoba el 26 de febrero de 1959. Vivía junto a su familia en la calle Pedernera 888 (actual 1119) del barrio San Vicente. Su padre Pedro Nolazco Morán era militar retirado y su madre Myriam Pereira era docente y maestra particular. Lo apodaban “Lito” y era el menor de cuatro hermanas/os.
Según su hermana Miriam Cristina era un niño alegre, le gustaba hacer monerías, disfrazarse para jugar a los fantasmas e improvisar carpas dentro de su casa junto con sus hermanas/os. También, le gustaba leer y le interesaba adquirir conocimientos a través de enciclopedias infantiles, siempre disponibles en su casa. Era responsable con sus tareas escolares sin llegar a ser un alumno sobresaliente. No hacia deportes pero le gustaba la música y estudiaba guitarra.
Asistió a la escuela primaria Mariano Fragueiro y a la secundaria al Instituto de Enseñanza Domingo F. Sarmiento, ambos establecimientos ubicados en el barrio San Vicente. Sus amigas/os eran las/os compañeras/os de la escuela y las/os vecinas/os de la cuadra. Se destacaba por ser solidario con ellas/os y con su familia. No tenía novia.
Con respecto a la política, su hermana comenta que se interesaba al igual que toda la familia en los temas y acontecimientos de la actualidad de la época. Y participaba en el centro de estudiantes de la escuela secundaria.
Los días previos a su desaparición la familia estaba abocada a sus tareas habituales: trabajo, escuela, universidad. La mañana del 14 de octubre de 1975, “Lito” se dirigió a clase de educación física, en ese momento cursaba el 4to año del colegio secundario. Mientras tanto en su casa, estando su madre y una de sus hermanas, recibieron la abrupta llegada de varias personas que decían ser policías, quienes -vestidos de civil y portando armas largas y cortas- preguntaban por Miguel Ángel. Pertenecían a la organización paramilitar Comando Libertadores de América. Su madre desconcertada y alarmada le respondió que no se encontraba allí, que estaba en la escuela. Les dijo que lo esperaran, que en una hora regresaba a casa, sin dejar de preguntar qué pasaba, qué querían con él. Le respondieron que el joven había repartido una revista de política -considerada “subversiva”– en la escuela.
Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba
Ese mismo día, su hermana Miriam de 21 años de edad, quien cursaba 5to año de la Facultad de Medicina y se encontraba estudiando en la casa de una compañera, fue secuestrada por las mismas personas que irrumpieron en su casa buscando a su hermano. Luego fue trasladada al centro clandestino de detención, tortura y exterminio Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba (D2) -ver video incrustado- donde estuvo incomunicada durante 5 días, después llevada a la Unidad Penitenciaria N° 1 de barrio San Martin y luego de estar prisionera durante 1 año allí, trasladada a la Cárcel de Villa Devoto en la Ciudad de Buenos Aires. El 9 de Julio de 1981 le otorgaron libertad vigilada durante 6 meses, hasta que finalmente le dieron la libertad plena.
Sobre Miguel Ángel nunca hubo una respuesta a los habeas corpus presentados por su madre, tampoco del Ministerio del Interior ni de las dependencias militares. “Lito” tenía 16 años de edad y después de ese día nunca más regreso a su casa. Nunca más lo volvieron a ver ni saber que le sucedió. Según declaraciones en el Juicio de la Megacausa La Perla – Campo La ribera – D2 el estudiante fue denunciado por los propios directivos del colegio y llevado al Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba (D2).
El 25 de agosto de 2016 se llevó a cabo la sentencia del juicio de la Megacausa, en la que se juzgó a los responsables intelectuales y materiales de implantar el Terrorismo de Estado en la Provincia de Córdoba, entre ellos Luciano B. Menéndez, Héctor Vergez y Guillermo Barreiro. Con este histórico fallo judicial se pudo condenar a cadena perpetua a los culpables del secuestro y desaparición del joven estudiante Miguel Ángel Morán. Hoy un Árbol de la Vida lo recuerda en el patio de nuestra institución.
Este biograma fue elaborado por las estudiantes Constanza Díaz y Antonella Martínez Mariño y los profesores Cristian Gielis y Marcos Ongini como parte del Proyecto de Intervención Sociocomunitaria “Reconstrucción de vida de Miguel Ángel Morán”, en la asignatura Formación para la Vida y el Trabajo de 4to Año Divisiones “C” y “E” de la orientación Ciencias Sociales, en base a los testimonios de Miriam Cristina Morán y Carlos Copertari e investigaciones realizadas durante marzo y noviembre de 2021.